Onduladas ondulaciones. Yo les escribo desde buenos aires, en donde uno pensaría que se respira bien, pero es el mismo aire contaminado de cualquier ciudad capital de un país.
Onduladas ondulaciones. Yo en realidad no se que son ustedes, pero les escribo por que su nombre empezó a darme vueltas en la cabeza, y de alguna manera inconsciente yo escribo estas líneas. No , no crean que estoy loca y que yo hablo y mando cartas a extraños, aunque el otro día, como bien también sabría contarles Aura una vieja amiga mía, intercambiamos conocimientos con dos efímeros personajes antropólogos: Circense y Don Piano en París.
Ay París, París! Que hermosa ciudad ¿no? Lastima que aun no la conozca.
Onduladas ondulaciones, creo yo que deberían sentirse halagadas , por que yo las elegí a ustedes para conversas de todas las formas geométricas que nos rodean. Tranquilamente pude haber entablado una charla con una línea recta, algún triángulo o un cuadrado por que no. Pero para ser sincera siempre las considere banales.
Escucho una voz a lo lejos. Alguien me llama.

En fin..

Onduladas amigas me despido. Espero sus curvas respuestas en algún lugar del mar, o entre los ojos de alguien, o en las mismas letras “o”, se que a su manera me sabran responder.
Adiós.

Atentamente

Un par de dedos con uñas esmalte y todo lo demás.

Hice las valijas y me fui de mí.

A pedido de Ila

huecos inconclusos,

ideas enfermizas que se esfuman,

que viajan con el humo.

y todas las cosas

que nos estremecen, nos

asustan, se enredan en

nosotros

y se quedan,

siempre.

A mi que siempre me fue bien en lengua...

palabras palabrerías oraciones letras a b c


vocales silabas monosílabos diptongos hiatos


párrafos análisis sintáctico morfológico predicados


sujetos metáforas hipérboles hipérbaton

versos prosas estrofas canciones



adjetivos sustantivos verbos adverbios








¿de qué me va a servir todo eso cuando te tenga que decir lo que siento?

sinmí como diría silvina ocampo

Me desgarró. La mujer empezó a cantar un tema que no conocía pero sabía de quién era y simplemente me desgarro. Esa voz grave, una mezcla de blues y rock. Pensé que iba a empezar a llorar, pero lágrimas no me cayeron, creo que llore internamente. Dos canciones más tarde, ahora con Cry baby, me paso lo mismo.
Una hora después, más que nada por decir algo no tengo idea cuanto tiempo paso, entre cigarrillo y cigarrillo, palabras que van y vienen Cami me dijo que le había pasado lo mismo “pensé que me ponía a llorar en ese momento”. Nos reíamos. Hablábamos del amor, de la muerte, el karma, los pésimos vídeos de vh1.
La noche concluye con una breve explicación acerca de una especie de juego secta en la que participa Fido. Cami se ríe. Yo me río. Llego a mi casa. Mi lágrima no derramada cobra forma, cuerpo, y cae.
Por suerte fue solo una.