El bello mundo de la negación en el que elijo introducirme una vez más. Prefiero negarlo a equivocarme y dar una declaración acerca de algo que sea errónea.
Niego, niego algo que se que me pasa pero no se que es por que nunca me había pasado, y sera por que tal vez con cada persona es diferente.
Cuando llegas siento que algo se acomoda. No me pongo nerviosa, me coloco en "yo". Si no llegas no te extraño, pero siento la ausencia, la no-presencia tuya.
Y me sorprendo, por que yo creo que sos de una manera y sos de otra manera. Creo que te vas a poner tímido y no me vas a mirar, pero de repente me encuentro con que tus manos kilométricas están sobre mis hombros, y te hablo y me miras fijo, y salgo y salís y rompes la manija porque aunque dijiste que no sos torpe lo sos y yo en el intento monumental de no mirarte me quemo la oreja con el pucho.
Y el echo de que me robaras mi gorrito y te lo pusieras signifique más para mi que haber dormido con otro el fin de semana, eso, eso es algo que no entiendo pero que es muy yo.
Y no hablemos de que el lunes soñé con vos. Ni hablemos.
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